Quiero hablarte sobre el trauma y explicarte qué es y qué hacemos con él cuando nos damos cuenta que existe, pero, también, me gustaría explicarte cómo afecta cualquier trauma a una enfermedad como la ERC.

Hoy quiero hablarte sobre el trauma, qué es y qué hacemos con él. En términos generales, trauma es una palabra que se asocia a medicina (traumatología) y proviene del griego, significa herida de larga duración. Realmente es la mejor definición que podría encontrar porque, en psicología también lo utilizamos así, cuando vivimos un suceso demasiado fuerte para nosotros, bien sea porque las circunstancias así lo definen, o bien sea porque no tenemos las herramientas suficientes para gestionarlo en ese momento, esto se queda esperando en nuestro interior, y esto es lo que llamamos un trauma, unas emociones que están pendientes de atender y que van a llamar tu atención de diferentes maneras hasta que se solucione.

Somos vulnerables a la creación de un trauma en cualquier momento de nuestras vidas, no obstante, es en la infancia cuando más posibilidades existen. Muchas veces los eventos duros de la edad adulta son más manejables porque ya tenemos más experiencia, gestionamos mejor nuestras emociones o tenemos cómo compensar las malas noticias, y por eso, las situaciones difíciles que hemos vivido en nuestra infancia y adolescencia, son las que todavía hoy nos duelen, todavía están almacenadas en nuestro interior con la misma intensidad que en aquel momento, y hasta que esto no lo tratemos, seguirá llamando nuestra atención.

«Existen tres tipos de trauma complejo»

Existen tres tipos de trauma complejo y las diferentes manifestaciones pueden ser infinitas, las más observadas son las siguientes:
      ● Físicos
                ○ Psicosomáticos: Alteración en la regulación de la temperatura, en el sistema digestivo, en la piel, dolores de cabeza, tensión muscular, fatiga, sensación de agotamiento, de falta de oxígeno, calambres, entumecimiento, problemas para conciliar                  o mantener el sueño, pesadillas, terrores nocturnos, hipersomnia, incontinencia urinaria, dolor crónico.
               ○ Conductuales: Compulsiones, nerviosismo, palpitaciones, sudoración excesiva, agresividad, impulsividad, tartamudez, llanto, comportamientos destructivos hacia uno mismo o los demás, conductas de riesgo, arousal alto crónico.

  • Psicológicos (cognitivos y emocionales)
    • Emocionales: Ansiedad, ataques de pánico, obsesiones, baja autoestima, tristeza, apatía, bloqueo emocional, desregulación emocional, sentimientos intrusivos de culpa, responsabilidad, vergüenza, minimización, exageración, ira, desconfianza.
    • Cognitivos: Dificultades de concentración, atención o memoria, facilidad para los despistes, pensamientos intrusivos, revivir el escenario del trauma dormido o despierto, disociación de la realidad (temporal o espacial), de nuestra identidad personal o identidad corporal (problemas de percepción, control motor, comportamiento).
    • Personales: Rasgos perfeccionistas, rigidez cognitiva, alta autoexigencia y sensación de culpa. También personalidad con rasgos de infantilismo, inmadurez, negación o dificultades de afrontamiento.
  • Ambientales
    • Dificultades para relacionarse, establecer rutinas, conservar relaciones laborales/personales

La intensidad y la variedad aparecerán según cada persona y cada tipo de trauma, en este sentido, todos somos sensibles a tener traumas pendientes, sobre todo en el mundo de la ERC y la cantidad de eventos estresantes a los que nos hemos visto expuestos, como cuando el médico nos da una mala noticia, cuando nos restringen la alimentación a raíz de una analítica, o el propio inicio del tratamiento sustitutivo renal. Si te sientes identificado con algo de lo que contamos aquí, ven a vernos, ¡Podemos ayudarte!

 

La intensidad y la variedad aparecerán según cada persona y cada tipo de trauma, en este sentido, todos somos sensibles a tener traumas pendientes, sobre todo en el mundo de la ERC y la cantidad de eventos estresantes a los que nos hemos visto expuestos, como cuando el médico nos da una mala noticia, cuando nos restringen la alimentación a raíz de una analítica, o el propio inicio del tratamiento sustitutivo renal. Si te sientes identificado con algo de lo que contamos aquí, ven a vernos, ¡Podemos ayudarte!