El intenso calor del verano agrava, cada año, los problemas de las personas con enfermedad renal crónica (ERC) en tratamiento de diálisis. La intensa sed propia de estas fechas se agudiza en este colectivo, en cuya dieta los líquidos están restringidos por prescripción médica. Además, a esta sensación de sed constante se unen la disminución de los valores de tensión arterial y un intenso agotamiento físico -característico de esta enfermedad- que aumentan considerablemente en época estival.

Las personas con ERC en diálisis sólo pueden ingerir un total de líquido igual al volumen de orina diaria más 500 ml, es decir, si se orina un litro, sólo se puede ingerir un litro y medio de líquido total en un día (proveniente del agua, fruta, sopas, infusiones, leche, etc.). En las personas en diálisis que ya no orinan, la ingesta se reduce a 500 ml por día.

Controlar las ganas de beber, refrescar la boca, no es un problema menor: en muchas ocasiones la persona puede ingerir más volumen de líquido del que se le ha recomendado llevándole a complicaciones como edemas, aumento del peso acumulado, sesiones de diálisis con riesgo de hipotensión y/o calambres, aumento del agotamiento tras la sesión, etc. que tienen consecuencias muy frustrantes para el paciente, tanto en el ámbito físico como en lo social y familiar. Desde el equipo de nutricionistas de la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades Renales de la provincia de Castellón, ALCER Castalia, se trabaja activamente con estas personas a través de consejos y pautas de actuación para evitar este tipo de problemas.

Para remediar la sensación de sed, las nutricionistas de ALCER Castalia aconsejan, entre otras medidas, tener los niveles de azúcar en sangre controlados, no añadir sal a las comidas, evitar los alimentos precocinados y los snacks para picar, .evitar la exposición al sol en las horas de más calor, utilizar cubitos de hielo de acero o plástico para refrescar la boca sin tomar agua, estimular la producción de saliva mascando chicles o chupando caramelos sin azúcar, humedecer la boca con una rodaja de limón, lavarse los dientes con frecuencia y realizar enjuagues bucales, aprovechar el agua que se toma la medicación para calmar la sensación de sed, utilizar una botella individual para controlar el volumen ingerido y finalmente, mantenerse activo, ya que las distracciones harán más llevaderas las restricciones.

La atención realizada por las nutricionistas de la entidad ALCER Castalia ha podido llevarse a cabo gracias a la colaboración económica de distintos organismos públicos, como la Generalitat Valenciana y la Concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de Castelló.

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