Estamos empezando un año nuevo. El cuerpo no sabe de tradiciones ni festivos, ni reuniones familiares, ni de soledad, pero si sabe cómo se siente el alma que lo habita.

No es de extrañar que estos días el cuerpo esté bajo mínimos. Cansado de arrastrarte. Cansado de tirar por ti aquellos días en los que tú sólo querías estar en posición horizontal y tuviste que hacer una cena.

Dale su tiempo. Llevas 365 días a la espalda. Descansa. Respira. Asume. Acepta que el tiempo pasa. No siempre como quieres. Pero pasa.

Luego, recoge velas y navega en paz. No adelantes tormentas.

Quedan días por delante. Tendrás tiempo de todo. Siéntate, ordena tus prioridades, márcate retos – vivir con retos es motivador -, deja días para hacer absolutamente nada, mirar las nubes pasar como máximo.

Apunta en una agenda los días especiales, además de las citas médicas. Y déjate mensajes graciosos en páginas al azar.

Pon música y haz esa comida que te sale genial, sí, esa, la que te encanta.

Recopila fotos y pon un mensaje recordatorio debajo de cada una, o detrás al más estilo vintage.

Revisa los contactos que tienes en las redes sociales y haz limpieza.

Renueva tus gustos, no mantengas rutinas innecesarias que no te aportan nada porque este año, este año sólo vas a rodearte de personas y cosas que te sumen.

Sumar. Es tu máxima.

Si estás en diálisis. Aprende todo lo que puedas. Si aun no has entrado, disfruta cuidándote. Si te han hecho un trasplante, da gracias todas las mañanas.

Y mimos, no dejes pasar ni uno. No dejes pasar la oportunidad de darlos. Con cariño, sin engaños ni presiones. Libres. Mimos voluntarios. Todos.

Actividad física. Todos los días, algo. Llega a junio con una rutina hecha.

Habla, pero escucha activamente antes. Piensa antes de hablar y no mientras escuchas.

Saca eso que se hace roca dentro. Normalizar sentimientos es liberador.

Y ríe. A carcajadas. Tu sola, o con gente, pero ríe.

Por último, visita más a menudo a la Madre Naturaleza. El mar y la montaña. La marjal, el pantano y el río. Camina descalzo/a. Siente su calor. Abraza un árbol y pasea tus manos por todos los muros que te encuentres.

Despierta tus sentidos.

Empieza un año nuevo. Los días malos vendrán solos. Tu tarea es atraer los buenos y poner todo lo que esté en tus manos para que la báscula se incline por estos.

Vamos, adelante.

Te lo mereces.

Texto Original: Paciente Experta